Ha pasado el tiempo, los días y no he escrito, no he hecho mucho o tal vez sí, dependiendo del punto de vista, para algunos soy ociosa, para otros soy detallista, para otros soy la nada...
No he escrito y no es que no haya tenido tiempo o ganas de escribir, simplemente que hay una vocecita en mi corazón a la que no quiero dejar de escuchar ni un minuto aunque eso implique que pierda las palabras dentro de mi mente y luego no surgan por mis dedos.
Todo ha sucedido y nada en realidad, estoy en calma, inquieta, tranquila, presionada, estoy voluble en mi sentir, pero al final del día estoy bien; descubriendo nuevamente miedos que no conocía, descubriendo sensaciones que había olvidado, descubriendo una nueva parte de mi, un reflejo diferente en el espejo.
Me gusta la sensación de novedad, me gusta dejar atrás la rutina, la cotidianeidad de no buscar dentro de mi, de no sentir alrededor, todo viene a mí como novedad, los olores, sabores, visiones...
Hoy sonreí con la imagen del día: niños en una camioneta con el disfraz de primavera; un león, una abeja, una madre...ya llegó la primavera, al menos para algunos, para otros el cielo sigue oscuro y frío, aunque eso no signifique que su alma se ha congelado...
Hace días entró la primavera, es verdad, lo había olvidado mencionar, lo había olvidado, no lo había sentido a pesar de mi hombro quemado por el sol de la ciudad, pero hoy esos niños me hicieron recordar, hay tanto que recordar, hay tanto que vivir...sonrisas, disfraces, vivencias...
El siguiente mes viviré al máximo, espero que genere un hábito...no sólo uno, varios, todos positivos. Pero el próximo mes veré todo, los detalles, la magnificencia de los lugares, los olores, los colores, lo gris, lo frío, lo cálido; estoy entusiasmada, abril será un buen mes, ya quiero que estar ahí...
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