domingo, 13 de diciembre de 2009

En otros brazos...

Miraste sus ojos y olvidaste los míos...
Besaste sus labios y olvidaste el sabor inconfundible de los míos...
Tocaste su cuerpo y olvidaste el temblor apacible del mío...
Te perdiste en sus labios, en su cuerpo y descubriste que yo sólo era una sombra agazapada en la hierba de la nada...
Apareció entre las sombras de la noche, para robarte un beso que te convirtiera en sapo, que te desapareciera de mi universo.
Un segundo, sólo un segundo bastó, para que las palabras que recuerdo, las miradas que añoro y las sonrisas se lanzaran al vacío para no volver...
Es tan frágil la ilusión, las palabras y hasta los hechos, todo se destruye con sólo una voz...

1 comentario:

Anónimo dijo...

reconstruyámoslo, reconstruyámoslo nuevo aquí, aquí