viernes, 18 de diciembre de 2009

Seres de otro planeta...

Nunca me había encontrado con ellos, esta mañana lo encontré frente a mi corazón...
Era de piedra, de palo, como un robot; no siente, va por la vida pensando que todo está a su alcance y que tiene derecho de tomarlo deshacerlo y desecharlo...
Pensé que para que existieran, uno tenía que ser idiota para perderse en sus ojos robóticos, repetibles...
Pero no, se encuentran por doquier, abajo de las plantas, en la casa vecina, en tu mejor amigo...
Ahí están, son de palo, no sienten en su corazón, sienten en lo externo, en lo que los provoca los reta, lo que se convierte en obstáculo en meta que lograr.
Pueden pasar los años y no sienten nada, se dan vuelta atrás, te miran, se marchan, te llaman, te "ayudan", sólo para sentir que son todopoderosos, que lo que quieren logran, que lo que buscan encuentran y cuando lo encuentran, el sentido, el gusto, el deseo, se va y ellos se esfuman, desaparecen...
Tan duros como una roca, tan ligeros como el viento...
Te mienten en tu cara y se creen honestos...
Creía que todos sentíamos y supongo que sí, pero todos los de este planeta...

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