viernes, 19 de marzo de 2010

Mi ciudad a la sombra...luz...


En mi ciudad hay un castillo, en el castillo un lago, en el lago peces, patos y una mujer...


Una mujer que deambula en silencio, con su cabello plateado que da hasta sus tobillos, con la mirada cansada y la sonrisa perdida, viste de blanco y sus pies descalzos se pierden entre el verde pasto y las hojas caídas...


En el lago, el sol ilumina el reflejo del agua con un centellante halo de luz...


Ella mira tranquila el lago y recorre su orilla mirando al interior sin percatarse de la lucha entre peces por recoger el pan, la pelea de patos y sus picotazos, el castillo arruinado con la ignorancia, el olor fétido de descomposición del lago, el escándalo amarillo detrás de las rejas que protegen el castillo...


Ella camina mirando, algo más allá de lo que se ve, de lo que se escucha, despacio, en silencio, con la mirada perdida más no ensombrecida, su larga cabellera roza la naturaleza apenas existente en el jardín del castillo y sus pensamientos vuelan al viento igual que su plateada melena...

Ella camina sobre sus pies descalzos alrededor de la orilla, de pronto se gira, toma un respiro, un momento, un segundo y todo transcurre en singular armonía...

La mujer avanza, sus dedos tocan el agua, sus talones se ahogan en burbujas, sus tobillos se enfrían, su cabellera se esconde entre las aguas.

De a poco, muy despacio camina entre los peces y los patos, que se han detenido a mirarla, que han dejado sus batallas para tan solo contemplarla, la miran atónitos y ella continua despacio, formando un oleaje mientras penetra en el lago frío y cenizo...


Se acerca al reflejo resplandeciente, paso a paso y en silencio, como un murmullo tintineante en el oído, el lago y ella se vuelven uno y mientras ella toca el resplandor y la luz del lago, su cabellera plateada absorbe la luz y la luz se convierte en nada cuando ella se ha sumergido por completo...


En el lago, el sol ya no logra iluminar nada, ya no hay reflejo...sólo oscuridad...

2 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Un relato mágico.
Me ha gustado mucho.
Y a Justiniano también.

Besos.

Marinel dijo...

Ufff, trágico final sin duda...
Es bonito el relato, casi mágico en su descripción,pero de final doloroso.
Besos.